El realismo mágico ha sido cultivado fundamentalmente por autores iberoamericanos (Gabriel García Marquez, Miguel Angel Asturias, Carlos Fuentes), en menor medida por escritores europeos de ámbito latino (Italo Calvino, Boris Vian, Rafael Sánchez Ferlosio, Alvaro Cunqueiro) y con un impacto prácticamente nulo fuera de éste ámbito, circunstancia más que notable, puesto que la mayor parte de la literatura puramente fantástica es de procedencia anglosajona.